Siglos XI-XIII
Este castillo se encuentra en la provincia de Jaén, en La Iruela, sobre un promontorio donde se mezclan murallas fortificadas y un monasterio. Existen restos arqueológicos de origen almohade, construido sobre cimientos pre bereberes. Fue en la época musulmana cuando alcanzó su máximo apojeo, levantándose las murallas, aprovechando la cima de un imponente promontorio como refugio fortificado.
Con la conquista cristiana, en el siglo XIII con Fernando III el Santo, pasó a manos del arzobispado de Toledo, formando parte de un gran señorío en el que se incluía la localidad de Cazorla. Resalta la Torre del Homenaje que se levanta en lo alto de una piedra de tipo calizo. De ésta parten las murallas almenadas que rodean un pequeño recinto.
Dentro de este conjunto existe un gran aljibe para la recogida de agua y de la que se nutría el castillo en caso de contienda. A escasos metros existen restos de lo que debió ser una atalaya o torre de vigilancia y que tenía función defensiva y de control para la entrada al castillo, que se hacía por una de las torres y tenía forma de codo para frenar la entrada en caso necesario.
En 1985 fue declarado Monumento Histórico y actualmente, en el espacio que existe entre el castillo y la peña, se ha creado un auditorio donde se desarrollan actividades artísticas de todo tipo.
Junto al castillo se encuentran los restos de la Iglesia de Santo Domingo de Silos, destruida por los franceses, y convertida en cementerio actualmente.
La visita es muy recomendable y existe multitud de restaurantes y hoteles de todos los precios y servicios disponibles a todos los bolsillos. Sin duda una escapada obligada que completaremos con la visita al Parque Natural de las Sierras de Cazorla.
